O al menos eso es lo que pensaba cuando era más joven. Mucho más joven. Ahora, por supuesto, he estado casado y con hijos, ¡y me doy cuenta de que yo soy el sensible! O más bien, el que está a la defensiva.
Déjame que te explique. Cuando se trata del amor, no se parece en nada a las fantasías que tenía cuando era pequeño. Yo pensaba que era todo rosas, besos y arrumacos a la luz de las velas. ¿Qué sabía yo? Estaba totalmente equivocado. Es 100 veces mejor; y más difícil. Sabemos que estamos en una auténtica relación cuando no todo es como un crucero en aguas calmas.
Un verdadero amante es alguien que nos señala cuál es nuestra basura para que así podamos transformar aquellos aspectos de nosotros mismos y dejar espacio para más alegría y felicidad. Pero, por algún motivo, me cuesta escuchar críticas constructivas cuando vienen de las personas que más amo. ¿Te sucede esto a ti también? Seré honesto contigo. Me pongo a la defensiva. Me cierro. A veces dejo que mi ira y mi negación a reconocer mis defectos construyan paredes entre yo y mi familia, mis amigos. Hay momentos en los que ni siquiera puedo escuchar lo que me están diciendo.
En nuestras relaciones más personales, puede resultar difícil recordar que todo el mundo, incluyendo nuestra pareja o amante, es un mensajero de la Luz. Cuanto más cerca están de ti, más difícil y más incómodo se vuelve. Pasamos nuestras vidas acumulando patrones negativos, creando máscaras, desarrollando personalidades, fingiendo el `nosotros' ideal. Y entonces aparece una persona amada que quiere ver más allá de todo esto. Por una parte, puede ser el regalo más grande de nuestras vidas. Por otra, nos puede hacer sentir débiles, vulnerables, desnudos y expuestos.
Puede hacer que entremos en la zona defensiva que hay dentro de nosotros. Y es aquí donde te digo que los kabbalistas dicen que nuestros mecanismos de defensa bloquean la LUZ y deterioran la relación.
Voy a decirte que cuando te encuentres a ti mismo como receptor de la crítica y el juicio, no dejes que tu reacción inicial defensiva sabotee la fabulosa oportunidad de crecimiento que está delante de ti. En su lugar, ve a dar un paseo. O respira hondo 10 veces para traerte de vuelta al momento presente. Y lo que es quizá más importante, recuerda que la persona que está en frente de ti te está diciendo lo que anda mal desde el amor y la Luz. Todo el mundo es un mensajero. Todo el mundo.
Especialmente aquellos a los que más amas.
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